jueves, 6 de noviembre de 2014

CÓMO EVITAR LA PARÁLISIS POR ANÁLISIS: SEIS PASOS PARA ACTIVARTE



“! Actúa en vez de suplicar. Sacrifícate sin esperanza de gloria ni recompensa! Si quieres conocer los milagros, hazlos tú antes. Sólo así podrá cumplirse tu peculiar destino”
Ludwing van Beethoven

 


 
Tomar una decisión por lo general conlleva a momentos de reflexión y análisis, pero en algunas ocasiones ese periodo tiende a extenderse un poco más de lo debido convirtiéndose así en una: “Parálisis por análisis”; probablemente en tu vida has padecido de este síndrome sin saber siquiera su nombre técnico… el hecho es que justificaciones como el miedo a equivocarse, la auto exigencia o perfeccionismo te impiden tomar un acción dilatando así cualquier posible resultado a futuro.
¡Entonces nada sucede! Te quedas allí generando ideas y pensamientos, en la misma zona de confort, perdiendo tiempo valioso sin ver ninguno de tus sueños o proyectos realizados; mientras tanto otro grupo de personas están saliendo al campo de batalla para obtener el mayor número de victorias. No estoy queriendo decir que hacer un análisis antes de tomar una decisión sea malo, o que no investigues al respecto; pero es necesario establecer ciertos límites para no caer en los excesos.

A continuación menciono seis pasos a tener en cuenta si has caído en una “Parálisis por análisis”:

1. Identificar la situación actual: Algunos no son conscientes de la realidad, es necesario preguntarse: ¿El momento que vivo es el deseado? ¿Qué limitaciones tengo actualmente? ¿Qué resultados estoy obteniendo? ¿Por qué he llegado al punto de querer tomar una decisión?

2. Identificar y visualizar la situación deseada: Esta es finalmente la razón principal por la cual has entrado en la condición de parálisis, entonces haz un listado de los aspectos positivos y negativos de ese momento ideal al cual deseas llegar; con lo positivo vas a visualizar la experiencia, unir las emociones e imaginarte que estás disfrutando del nuevo cambio, siente la satisfacción de estar en ese lugar.

3. Elimina los aspectos negativos: Esto básicamente es un cambio de perspectiva, porque has de saber que cualquier resultado no deseado (negativo) es simplemente una oportunidad maravillosa de aprendizaje; ¡por lo tanto no existen aspectos negativos! No obstante si tu mente sigue resistiéndose a la idea de encontrar lo positivo de lo negativo, plantea alternativas que permitan sacarle algún provecho. Por ejemplo si tu decisión está relacionada con un nuevo empleo, pero el aceptarlo implica emplear más horas de viaje, la alternativa ideal es empezar a crear hábitos de lecturas durante el recorrido, así le sacas el ¡mejor provecho!

4. Establece objetivos pequeños: Algunas decisiones implican grandes cambios, lo que puede generar el estancamiento inicial, pero una de las formas más eficaces para reducir el impacto del mismo es estableciendo pequeños objetivos realizables en un tiempo determinado. Me explico con un ejemplo, estas en una situación donde anhelas tener libertad financiera y deseas crear tu propio negocio, sin embargo las deudas actuales y compromisos no te permiten dejar tu trabajo actual entonces piensas al respecto durante mucho tiempo pero finalmente no llegas a ninguna acción; la solución conforme a este punto seria: uno, empezar a ahorrar el 10% del sueldo hasta tener xx cantidad de dinero, suficiente para seguir cubriendo mis obligaciones financieras; segundo objetivo durante los próximos cinco meses me dedicaré en las noches a trabajar en el proyecto de mi empresa, investigar y documentarme sobre lo necesario. ¿Notas la diferencia? Fraccionándolo en pequeñas metas y estableciendo tiempos puedes dar el gran salto hacia la meta final.

5. Planifica: Consiste en organizar cada uno de los objetivos propuestos, los recursos necesarios y el tiempo requerido para tal fin. Hacerlo te permitirá hacer el seguimiento correspondiente en cualquier momento para garantizar que no te has desviado del camino; igualmente permite cada día conectarte con la meta final, estableciendo nuevos parámetros de ser necesario.

6. Actúa: De hecho este punto es el más importante de todos, nada de lo mencionado anteriormente tendrá valor a menos que des el primer paso para ejecutar el plan. Einstein decía: “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”  esta fuerza a la que se hace mención será la encargada de mantenerte en curso, cada vez que sientas desfallecer o no tengas fuerzas para continuar recuerda el motivo que te inspiró a hacer ese cambio, visualiza cuantas veces sea necesario la meta final.
Probablemente en un principio generes cierta resistencia para aplicar estos seis pasos, entiendo que romper con el actual paradigma, utilizado durante muchos años no es fácil; pero debes de ser consciente que la vida evoluciona, y eso significa aprender nuevos conceptos y formas de hacer las cosas; mi invitación es que te atrevas a experimentar, cuando lo permites tu mente no vuelve a ser igual.

Cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir”
Romanos 12:2



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