jueves, 30 de octubre de 2014

OSEOLA McCARTY - UNA HISTORIA INSPIRADORA



“Una gran obra no necesita ser colosal para que se vea, las cosas más pequeñas de la vida pueden ser un legado de un momento de majestuosidad”
Luis Carrillo







Quisiera compartir una extraordinaria historia sobre una mujer que se encargó de dejar un gran legado y demostró una vez más que para inspirar e influenciar a otros no es necesario poseer un título, cargo o posición social; su nombre Oseola McCarty murió en el año 1.999 a los 91 años de edad en Mississippi, experimentó una vida difícil y llena de perdidas, cuando estaba en sexto grado tuvo que dejar la escuela debido a una enfermedad de su tía quien necesito de cuidados especiales en casa, tiempo después pasó a lavar ropa como su abuela y lo hizo hasta que la artritis la forzó a dejarlo en el año 1.994; prácticamente este fue el único oficio durante toda su vida, nunca se casó y escasamente salía de casa para hacer algunas compras de mercado y asistir a la iglesia, ¡nada más! sin embargo fue honrada por líderes mundiales, se reunió con Primeros Ministros y Presidentes e incluso obtuvo un doctorado honorifico de la Universidad de Harvard.

Me imagino que te debes estar preguntando cómo fue posible ¿verdad? Su historia es esta: desde muy joven tomaba las monedas de cinco y diez centavos que ganaba lavando la ropa sucia de otras personas; cada día iba al banco y hacía esos abonos “insignificantes”, (imagínate cuando tienes en tus manos una moneda con una nominación de poco valor) así pasaron los días, semanas y años; antes que se diera cuenta ya estaba en los años finales de su vida, un día a sus 87 años fue al banco sonriente como era su costumbre; el funcionario que le atendía le pregunto si tenía alguna idea de cuánto dinero ella había acumulado, a lo cual respondió en negación, cuando le informaron que había acumulado un cuarto de millón de dólares y le preguntaron cómo deseaba utilizarlo ella no supo responder de inmediato, puesto su sencillez y desapego al dinero no le permitía dimensionar el valor del mismo; el funcionario tuvo una idea y saco diez monedas poniéndolas en el escritorio, le dijo que esas representaban el dinero que tenía, volvió a hacer la pregunta que deseas hacer con él?

Ella se pauso, luego apunto a la primera moneda y dijo me gustaría que se diera a la iglesia, luego las siguientes tres monedas dijo quiero que se le entregue a mis sobrinos y primos porque los quiero mucho, luego una sonrisa vino a su cara, señalando las seis restantes dijo tengo algo especial en mente para esas, un mes después  la universidad local de su ciudad recibió un cheque de 150.000 USD con una nota adjunta que decía: “Quiero que organices una beca para los afroamericanos pobres que todavía siguen soñando, que sueñan con ser poetas, estudiantes, astronautas, y filósofos, enfermeros, profesores en este mundo que ha olvidado como soñar”.

Una vez alguien le pregunto a Oseola cuál era su sueño, a lo cual ella respondió: bueno soy una mujer vieja probablemente no lo vea suceder pero me encantaría ver el primer becario graduarse antes de morirme; en efecto un mes antes de su muerte el primer becario camino por la plataforma de graduación. Luego de su muerte un reportero le dijo al estudiante si se había enterado de su muerte, preguntándole si tenía algún comentario, a lo que el estudiante respondió sí: “El cielo no puede tener un mejor ángel, ella fue mi inspiración, fue una bendición, y un verdadero tesoro en la tierra”

Recién terminas de leer estas líneas sigues creyendo que ¿no puedes inspirar y ser bendición para alguien más? Y no estoy hablando de dinero, aunque si Dios te bendice económicamente es bueno que bendigas a otros con tus aportes; me refiero a  todas las acciones por más “insignificantes” que parezcan pueden llegar a convertirse en resultados asombrosos y valiosos para otros. No te subestimes ni tampoco a tus actos, cada uno de ellos puede representar una magnífica oportunidad en el futuro para traer bendiciones a los demás.

Por último quiero compartirles como supe de esta historia: fue por un seminario que tome de Robin Sharma, experto en liderazgo y desarrollo personal (si tienen oportunidad de leer sus libros son 100% recomendados) gran parte de la información de este post fue obtenida en el mismo, y algunos datos informativos de la web de Wikipedia. 

" Y  todo lo que hagaís, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres"
Colosenses 3:23

lunes, 27 de octubre de 2014

REÍR LLORANDO – TRES PREMISAS BÁSICAS PARA DESEMPEÑAR UN TRABAJO DE ÉXITO



“¿No es acaso la vida cien veces demasiado corta para que nos ahoguemos nosotros mismos?
                                                      Friedrich Nietzsche
                                                                       







Reír llorando no sólo corresponde a las letras del gran poema de Juan de Dios Peza, hace parte de la realidad de muchos individuos que al salir de casa hacia sus lugares de trabajo no encuentran gozo ni satisfacción y prefieren mantener la máscara de felicidad por necesidad o compromiso hacia su familia o seres queridos.
Remontándonos un poco al origen de esta situación vemos como la mayoría de nosotros fuimos educados e influenciados bajo el concepto de estudiar una carrera la cual produjera grandes beneficios económicos, basándose en un concepto de felicidad y éxito erróneo… lo peor del cuento es que ¡nos lo creemos! Así es como terminamos haciendo muchas veces algo que no nos gusta, desempeñando un arte u oficio para el cual no fuimos creados y generando conflicto diario con nosotros mismos.
Pero ¡espera un momento! Recuerda que la situación actual no significa la situación final, por ende en cualquier circunstancia de la vida puedes elegir hacer un cambio que te permita experimentar plenitud, porque de eso se trata, qué sentido tiene estar en un lugar ocho horas diarias o en algunos casos un poco más ¿sintiendo un tedio absoluto?

A continuación comparto las tres premisas básicas para desempeñar un trabajo de éxito:

1. Amar lo que haces: Cuando realizas una labor la cual amas todo se refleja en el exterior, la gente percibe tu energía, felicidad y gozo, estas en la capacidad de atraer el éxito de forma inmediata porque te sintonizas a la frecuencia adecuada

2. Ajustarlo con tus valores y principios: Reconocer para ti que es lo verdaderamente importante y bajo qué premisas hacerlo te llevara a ubicarte en un lugar indicado, por ejemplo si consideras indispensable un lugar donde puedas exponer tu creatividad diseñando cosas, sería incoherente trabajar como recepcionista ¿verdad?

3. Permitir desarrollar tu talento especial: Me encanta la cita de Pearl Bailey: “Existen dos tipos de talento, el que el hombre consigue con su esfuerzo y el que Dios le concede. Con el primero, debes luchar mucho. Con el que te concede Dios, sólo tienes que retocarlo de vez en cuando.”  Es claro que todos sin excepción alguna hemos sido concebidos con grandes dones y talentos, es nuestra obligación encontrarlos para luego desarrollarlos y perfeccionarlos

Si el trabajo que estas ejerciendo actualmente no cumple con estos tres puntos, definitivamente no debes estar allí; sal a buscar tu lugar, no te conformes ni resignes con menos. Entiendo perfectamente que haya miedos, surjan dudas o inquietudes, pero solo hasta que te enfrentes a ellas no podrás salir del lugar en el que te encuentras. No busques excusas, eso no lo hacen las personas exitosas, grábate en la mente que siempre habrán formas de conseguir lo deseado, ponte en acción y veras como todo empieza a fluir de forma natural y el éxito tocará a tu puerta.

Reír llorando

Viendo a Garrick, actor de la Inglaterra,
el pueblo al aplaudirlo le decía:
Eres el más gracioso de la tierra y el más feliz.
Y el cómico reía.

Víctimas del spleen los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores
y cambiaban su spleen en carcajadas.

Una vez ante un médico famoso,
llegose un hombre de mirar sombrío:
-Sufro -le dijo- un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.

Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte;
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única pasión la de la muerte.

-Viajad y os distraeréis. -Tanto he viajado
-Las lecturas buscad -Tanto he leído-
Que os ame una mujer - ¡Si soy amado!
-Un título adquirid -Noble he nacido.

¿Pobre seréis quizá? -Tengo riquezas
- ¿De lisonjas gustáis? - ¡Tantas escucho!
-¿Que tenéis de familia?...-Mis tristezas
-¿Vais a los cementerios?... -Mucho, mucho.

¿De vuestra vida actual tenéis testigos?
- Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.

-Me deja- agrega el médico -perplejo
vuestro mal, y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
sólo viendo a Garrick podéis curaros.

-¿A Garrick? -Sí, a Garrick...La más remisa
y austera sociedad lo busca ansiosa;
todo aquel que lo ve muere de risa;
¡tiene una gracia artística asombrosa!

-Y a mí me hará reír?-Ah, sí, os lo juro !;
él, sí, nada más él...Mas qué os inquieta?...
-Así -dijo el enfermo -no me curo:
¡Yo soy Garrick ! Cambiadme la receta.

¡Cuántos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reir como el autor suicida
sin encontrar para su mal remedio!

¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!..
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuando el rostro ríe!

Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestras plantas pisa
lanza a la faz la tempestad del alma
un relámpago triste: la sonrisa.

El carnaval del mundo engaña tanto;
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas.


jueves, 23 de octubre de 2014

EL SECRETO DE UN BEISBOLISTA LEGENDARIO





“Esto no se acaba hasta que se acaba”
Yogi Berra




Mis conocimientos en el deporte del beisbol podría decirse que son nulos, sin embargo esta frase apareció en una búsqueda cibernética causando conmoción en mi interior, ya daré paso a explicarme mejor; primero quisiera dar los créditos al autor de la misma: el beisbolista Lawrence Peter Berra apodado posteriormente como Yogi por un amigo de la infancia que lo comparó con un encantador de serpientes hindú,* deleitó a su público en el tiempo de la postguerra (1946-1964) y tras 18 temporadas se convirtió en entrenador, durante su trayectoria profesional recibió grandes reconocimientos y se consolidó como uno de los más grandes en la historia del deporte.
Sinceramente nunca oí hablar de él, pero leyendo un poco sobre su vida es de esas personas que logran impactar la de otros de manera positiva, dejando un extraordinario legado, lo cual finalmente es lo que hacen los grandes líderes.

La frase me llevo a reflexionar sobre las diversas situaciones adversas por las que atraviesa el ser humano y el momento en que decide creer que ya todo está perdido, entregando así, su último aliento a un destino incierto e inseguro, porque finalmente cuando entregas el poder a otros, sean personas o circunstancias te conviertes en una víctima de la desesperanza a merced del tiempo.
Sin importar cuál sea la circunstancia por la cual estés atravesando el principio a gobernar debería ser: “Mientras estés con vida, No te canses de dar la pelea en el campo de batalla”; o  en palabras del Yogi Berra “Esto no se acaba hasta que se acaba” lucha con todas tus fuerzas, la mayoría de veces es en ese último esfuerzo donde se encuentra la victoria; Recuerda: “Porque no nos ha dado Dios espíritu  de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” 2 Timoteo 1:7; a medida que te sientes llegar al límite es cuando surge lo increíble si así lo decides, ese único momento es clave para definir tu futuro y convertirte en el protagonista de la historia, el renunciar o darte por vencido no es una opción para los grandes guerreros y eso indiscutiblemente somos todos, lo que pasa es que la gran mayoría se desconecta con ese ser interior, no creen es sus talentos o habilidades, son los primeros en sabotearse en el campo de batalla al escuchar las mentiras de su contrincante, pierden la fe en sí mismos.

Es normal que algunas batallas te dejen completamente estropeado y sin fuerzas para continuar, pero aun cuando tu cuerpo sienta ese cansancio tu mente y corazón deben continuar en pie, mientras sigas sintiendo los latidos que indican vida puedes aguardar un poco mientras te recuperas, para luego volver por esa victoria que te pertenece.

Deseo contarles una experiencia personal, cuando era adolescente mi corazón soñaba con tener la oportunidad de vivir algún día en un país de lengua extranjera, por mucho tiempo intente que ese lugar fuera Estados Unidos, ustedes saben el famoso sueño americano, pero Dios tenía mejores planes para mí, así que año tras año seguía albergando ese deseo de irme algún día, vale la pena señalar que el gran problema era el factor económico, no tenía los recursos para hacer ningún viaje. Cuando llego un momento de mi vida en que nada encajaba, es decir no me sentía a gusto en la parte laboral ni personal empecé a contemplar el hecho de irme, preguntaba en agencias, averiguaba, cada día me emocionaba más, no permití escuchar ninguna voz que fuera en contra de ese sueño, incluyendo la mía. En el tiempo de un mes todo encajo perfectamente, me concedieron unos prestamos, coordine con un contacto, y hermosos ángeles aparecieron en el camino así pude embarcarme en la travesía de mi vida, con destino a la tierra de los canguritos. Al llegar me puse en movimiento debía rápidamente buscar un trabajo para mi propio sostenimiento y cubrir las obligaciones económicas adquiridas. Puedo decirles gratamente que lo conseguí, no sólo uno al principio llegue a tener tres diferentes: antes de irme a estudiar, después y durante los fines de semana, pero no crean que eran trabajos cómodos de hacer en una oficina, era lo contrario trabajos físicos nunca antes realizados por mí, habían días donde sentía literalmente el dolor en mis pies, espalda, ¡todo! Quería rendirme, dejarlo a un lado y devolverme a mi país, pero cada vez que recordaba el motivo por el cual había llegado, Dios me concedía nuevas fuerzas para luchar, así pasaron un poco más de dos años, hoy en día puedo reconocer que ha sido la mejor experiencia de vida, no sólo pude ver realizado mi gran sueño, sino descubrí una serie de talentos y dones que tenía ocultos, crecí como persona, tuve grandes enseñanzas además de formarse un nuevo sueño, el cual cinco años después lo estoy haciendo realidad. Si me hubiera rendido y no hubiera dado mi último aliento en el campo de batalla, me habría perdido de las grandes bendiciones que vinieron después de esa victoria. ¡Así que esto no se acaba hasta que se acaba!