“Nunca
te pongas excusas. No tienes tiempo para ello, porque si usas tu energía de ese
modo, no te quedará energía para hacer todas las cosas que necesitas hacer,
como superar obstáculos y alcanzar objetivos”
Frances
Williams
El entusiasmo en esta época
del año toma un protagonismo singular, todos nos encontramos en la línea de
salida preparados para empezar la carrera, la pista luce increíble, vemos un
panorama prometedor y creemos tener todo lo que se necesita para llegar a nuestro
destino final; sin embargo algo inesperado surge en el camino boicoteando el
deseo de continuar, puede estar representado en rupturas amorosas, despidos
laborales, crisis financieras, resultados no deseados, enfermedades, pérdidas
emocionales, etc.; de la forma que sea, hacen aparecer las excusas y de ahí en
adelante se pierde el hilo emocional, físico e inclusive espiritual con el que dimos inicio.
Con este post mi deseo es
establecer una serie de premisas que nos permitirán mantenernos enfocados a lo
largo del tiempo para que bajo ningún aspecto abramos la puerta a las excusas y
con ello la interrupción de la carrera:
Correr con Fuerza: Fortaleza aplicada a las tres dimensiones del ser humano: Cuerpo, Alma y Espíritu. En el primer caso debemos ser conscientes de cuidar y proteger ese activo tan preciado que nos fue entregado, alimentándolo de forma adecuada y ejercitándolo diariamente porque de lo contrario pudiera haber un quebrantamiento de salud lo cual nos dejaría fuera automáticamente. La fortaleza en el alma la consigues estableciendo buenos hábitos, como lecturas edificantes, asistiendo a cursos de preparación, talleres y/o seminarios en tu área o profesión, rodeándote de gente que te eleve e inspire, eliminando noticias desagradables y fugaz de tiempo innecesarias. Por último la fortaleza en el espíritu, la cual se trabaja con tiempos de oración, escuchando la palabra de Dios, meditando, leyendo la Biblia. “Corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante. Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona” Hebreos 12:1-2
Resistir la prueba con FE: Los eventos inesperados no nos gustan, nuestra naturaleza es querer tener todo bajo control para no desacomodarnos de la zona de confort, ¿pero sabes algo? ¡Nada sucede allí! Despojarnos de ello y salir a enfrentar las pruebas es lo que hará valioso la carrera; el gozo se genera cuando llegas a la meta después de haber superado todos los obstáculos. Tu fe en Dios y en ti mismo hará posible que lo logres, entonces no te desilusiones ni pongas excusas para no continuar, recuerdo esto: “Porque la fe de ustedes es como el oro. Su calidad deber de ser probada por medio del fuego. La fe que resiste la prueba vale mucho más que el oro, el cual se puede destruir” 1 San Pedro 1:7
Seis premisas sustentadas en verdad, seis declaraciones de las que nos podemos apoderar cada día para hacer posible que los 365 días de este año sean de principio a fin llenos de entusiasmo en el camino hacia la meta tan anhelada.
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